Internet es sin duda una de las características más significativas de nuestro tiempo. Los cambios producidos por este gran invento del siglo XX son de tal magnitud, alcance y profundidad que han alterado los comportamientos individuales y las relaciones sociales, haciendo posible que los ciudadanos interactúen aun estando separados por grandes distancias.
Sin embargo, como todo avance tecnológico, Internet también tiene dos caras. Por un lado, se ha planteado en innumerables ocasiones la contradicción de que una tecnología que se considera social aísle más a las personas al retenerlas frente a un ordenador.
En este sentido, el estudio Pittsburg, publicado por el New York Times, fue el primero en dar la voz de alarma. En él se afirmaba que el uso de Internet generaba depresión y soledad. Todavía hoy es frecuente encontrar comentarios alarmantes en cualquier medio acerca de los posibles efectos nocivos de Internet sobre la salud psíquica de las personas. Sin embargo, ese estudio contenía una serie de errores metodológicos que impedían extraer conclusiones fiables de él.
En contraposición, algunas investigaciones recientes han determinado que el uso de Internet no solo no aísla al individuo sino que aumenta sus vínculos con otras personas. Se ha observado que "la gente utiliza Internet para mantener el contacto con sus seres queridos más que como sustituto de estas relaciones, y que en algunos casos el uso de Internet puede servir incluso para disminuir la depresión y la soledad más que para aumentarla".
¿Cuál de las dos hipótesis es cierta? Probablemente la respuesta más acertada sea que en realidad Internet nos separa y comunica con el mundo externo a partes iguales, según el uso que cada persona le dé.
Y para terminar, os dejo dos enlaces por si alguien está interesado en el tema: